Educar es un arte, pero hacen falta herramientas, estrategia, y muchas veces, una nueva mirada sobre la obra a realizar.
El Coaching educativo se desarrolla en colegios, universidades y centros de educación no reglada, con la finalidad de reconocer todo aquello que se puede mejorar para favorecer el aprendizaje de los alumnos. Hay que reflexionar sobre cómo mejorar, y así concretando un objetivo, definiendo el modo de hacerlo y evaluando si se ha conseguido.
Este proceso tiene sus particularidades en función de quién lo realice:
En los centros educativos, el día a día es tan absorbente y variado que, a menudo, se tiene la sensación de no avanzar o de ir constantemente poniendo parches. Por ello, es necesario identificar cuál es la principal dificultad que existe, no la más urgente, sino la más importante, aquella que condicione el futuro.
Iniciar un proceso de Coaching ayuda en esta tarea se puede desarrollar de forma individual con un miembro del equipo directivo, de manera grupal con todo el equipo directivo, ayudando a:
Desarrollar habilidades directivas
Desarrollar liderazgo motivacional
Entrenar en resolución de problemas
Mejorar las relaciones interpersonales
El principal eslabón de la cadena de calidad de un colegio es el profesorado. Un buen profesor compensa muchas carencias de un colegio no tanto por los conocimientos que tiene, sino por su capacidad para transmitirlos y establecer unas buenas relaciones interpersonales con los alumnos y con el resto de la comunidad educativa.
Ayudar a la gestión del talento y de las emociones, generar motivación, favorecer la autonomía y la responsabilidad, son habilidades que debe tener un buen docente y tiene que aprender a desarrollarlas plenamente.
En esto el coaching puede ayudar:
Con formación al equipo de profesores.
Con coaching individual, en el que el profesor define los objetivos que quiere alcanzar y, junto con el coach, se inicia un proceso de mejora de su práctica docente.
Todos buscamos el éxito en nuestra vida, los alumnos no son una excepción, ¡también! Aunque muchas veces lo que obtienen en el colegio es un fracaso tras otro y donde en lo que únicamente consiguen algo de éxito es en coleccionar problemas con los profesores.
¿Los motivos? Muchos, variados y probablemente, interrelacionados. ¿Las soluciones? Dependerán del motivo, pero todas pasan por la persona y sus acciones, por aquello que él o ella quiera hacer.
En el coaching todo esto convierte al alumno en protagonista. Son ellos lo que definen lo que quieren conseguir y visualizan por qué lo quieren conseguir. Solo nos queda acompañarlos para que sus acciones sean coherentes con sus deseos.
¿Fácil? ¿Difícil? Si los objetivos son suyos, ¡POSIBLE!
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